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El isomalt no es perjudicial. Este sustituto del azúcar se descubrió a finales de la década de 1950 y ocupa un lugar destacado en la industria alimentaria.
¿«No perjudicial» significa también saludable? El isomalt a prueba
El isomalt es uno de los sustitutos del azúcar. En la lista de números E, lo encontrará en la categoría E 950 a E 967. El isomalt tiene la denominación E 953. Si compra alimentos sin azúcar, es posible que encuentre esta abreviatura en la lista de aditivos.
- Que el azúcar se sustituya por isomalt no significa automáticamente que se trate de un producto sin calorías. Aunque el isomalt es un sustituto del azúcar, tiene algo más de la mitad de calorías que el azúcar común.
- Al fin y al cabo, el isomalt y el azúcar común tienen el mismo origen: la remolacha azucarera. Del azúcar de la remolacha se extrae primero un carbohidrato, la isomaltulosa. A continuación, este se descompone y queda el isomalt.
- A diferencia del azúcar, el isomalt no hace que se dispare el nivel de insulina. Este sustituto tiene un índice glucémico bajo y, por lo tanto, se utiliza a menudo en el marco de una dieta adecuada para personas que padecen diabetes.
- El sustituto del azúcar no tiene efectos secundarios nocivos, pero algunos consumidores sufren flatulencia después de su consumo.
- Un consumo excesivo puede provocar efectos laxantes. No existe una dosis máxima establecida por ley, pero los productos con más de un 10 % de isomalt deben llevar una advertencia.
- El E 953 tampoco tiene efectos adversos para la salud dental. Esta alternativa al azúcar se considera incluso beneficiosa para los dientes, ya que no produce ácidos que atacan el esmalte dental.
Cómo utilizar isomalt
El isomalt no solo tiene un lugar fijo en la industria alimentaria. Los pasteleros y reposteros, así como los panaderos y pasteleros aficionados, también conocen las ventajas de este sustituto del azúcar.
- El isomalt es especialmente adecuado si se quieren elaborar formas sólidas, como caramelos, piruletas o decoraciones de glaseado.
- El isomalt es estable al calor y no tiene sabor, por lo que al calentarlo no cambia de color y los colorantes alimentarios tienen un efecto especialmente intenso.
- Esta alternativa al azúcar tiene otra ventaja: liga y confiere a las tartas y pasteles una buena «consistencia». Sin embargo, tenga en cuenta que el isomalt es menos dulce que el azúcar, por lo que el sabor de sus creaciones puede verse alterado.
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