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El consumo energético de un frigorífico se puede reducir con algunos trucos. De este modo, incluso un aparato antiguo consume menos electricidad.
Frigorífico: cómo reducir el consumo energético
Existen algunas estrategias eficaces para reducir notablemente el consumo energético del frigorífico, y sin mucho esfuerzo.
- Colocar el frigorífico: el ahorro energético comienza ya con la colocación del electrodoméstico. Coloque el frigorífico lo más lejos posible de fuentes de calor como calefacción, cocina u horno. La luz solar directa tampoco es recomendable. Si hay una despensa junto a la cocina, suele ser el lugar ideal para colocar el frigorífico.
- Parede trasera: para que el aire circule libremente a través de la rejilla de refrigeración, mantenga una distancia de unos ocho centímetros entre la pared y el frigorífico. Para una buena circulación del aire, es importante eliminar regularmente el polvo y la suciedad de la rejilla de refrigeración.
- Temperatura óptima: una temperatura entre seis y ocho grados es más que suficiente. Bajar aún más la temperatura supone un aumento considerable de los gastos de electricidad. La temperatura óptima para el congelador es de aproximadamente -18 grados.
- Descongelación: Si su frigorífico tiene un congelador y es algo antiguo, es probable que no disponga de descongelación automática. Los frigoríficos congelados consumen mucha más energía. Por eso es importante descongelar el frigorífico.
- Junta de la puerta: La junta de la puerta es un factor que no debe subestimarse en el consumo energético del frigorífico. Por eso, al limpiarlo, compruebe también si está poroso o dañado. Si es necesario, sustituya la junta de la puerta. Aunque supone un poco de trabajo, merece la pena en términos de ahorro energético.
- Orden: cada vez que abre la puerta del frigorífico, entra aire caliente. Por lo tanto, clasifique los alimentos en el frigorífico de manera que no tenga que buscarlos durante mucho tiempo.
- Consejo: nunca meta alimentos calientes o incluso muy calientes en el frigorífico. Esto calienta todo el frigorífico y enfriarlo cuesta mucha energía innecesaria.
Nuevo frigorífico energéticamente eficiente: lo que hay que tener en cuenta
Al comprar un nuevo electrodoméstico, ahorrará mucha energía a largo plazo si tiene en cuenta algunos aspectos a la hora de elegir el frigorífico:
- Clase de eficiencia energética: Probablemente, todos los consumidores conocen ya las grandes etiquetas con la etiqueta energética de la UE. Sin duda, es recomendable echarles un vistazo, pero no son en absoluto el único criterio para encontrar el electrodoméstico óptimo para usted.
- Tamaño del frigorífico: en cuanto al tamaño del frigorífico, es importante considerar de antemano cuánto espacio necesita. Aparte de que un aparato más grande consume más energía, un frigorífico medio lleno también necesita más electricidad para enfriarse. Los alimentos también almacenan frío, por lo que un frigorífico lleno necesita menos energía.
- Funciones adicionales: La nueva generación de frigoríficos ofrece todo tipo de funciones que, por lo general, consumen energía adicional. Por eso, vale la pena pensar con calma qué es lo que realmente va a utilizar y qué no.
