Dimeticona: ¿qué tan dañino es realmente este aditivo?

by Michaela

La dimeticona es uno de los aceites de silicona más utilizados en la industria cosmética. Aunque se encuentra en numerosos productos para el cuidado personal, cada vez es más objeto de críticas. Pero, ¿qué tan dañino es realmente este aditivo para la piel, la salud y el medio ambiente?

¿Es dañina la dimeticona? Una visión general

Las dimeticonas son siliconas sintéticas que se utilizan en productos cosméticos como champús, cremas, maquillaje o acondicionadores. En las listas de ingredientes también se encuentran bajo nombres como dimetilpolisiloxano o polidimetilsiloxano.

  • Las siliconas como la dimeticona forman una fina película sobre la piel o el cabello. Esto crea un efecto alisador y brillante. La piel se siente más suave y el cabello se ve más sedoso y fácil de peinar.

  • Desde el punto de vista de la salud, la dimeticona se considera segura. Son bien tolerados, no suelen provocar reacciones alérgicas y se utilizan con frecuencia en productos para el cuidado de la piel sensible.

  • Para la industria, tienen claras ventajas: son baratos de producir, tienen una larga vida útil y garantizan una composición estable en muchos productos.

  • Sin embargo, mucho más grave es su impacto en el medio ambiente: las dimeticonas son difícilmente biodegradables. Si llegan a las aguas residuales, muchas plantas depuradoras no pueden filtrarlas de forma adecuada. De este modo, llegan al suelo, a los ríos y, a largo plazo, incluso al agua subterránea y potable.

Efectos de las dimeticonas en las personas y el medio ambiente

Aunque las dimeticonas se consideran inocuas para la salud, podrían tener efectos negativos en el medio ambiente y, por lo tanto, también indirectamente en la salud. Al fin y al cabo, el plástico es uno de los mayores problemas medioambientales de la actualidad.

  • Actualmente no hay pruebas científicas concluyentes de que las dimeticonas presentes en el agua potable sean directamente perjudiciales para la salud humana. No obstante, existen motivos legítimos de preocupación por el medio ambiente y la salud.

  • La dimeticona no es soluble en agua y es difícilmente biodegradable, por lo que puede acumularse a largo plazo en el suelo y el agua. Los residuos de silicona podrían entrar en la cadena alimentaria de forma indirecta, por ejemplo, a través de plantas o animales, lo que también podría afectar a los seres humanos.

  • Aunque técnicamente la dimeticona y otras siliconas no se consideran partículas microplásticas clásicas, a menudo se incluyen en este contexto debido a su origen sintético y su difícil degradación. Las organizaciones medioambientales exigen regulaciones y una mayor transparencia en el etiquetado de estos ingredientes. También puede identificar los productos con ingredientes preocupantes mediante una aplicación de microplásticos.

  • Además, la dimeticona no penetra en la piel ni en el cabello, sino que forma una barrera protectora. Sin embargo, algunas personas refieren poros obstruidos, cabello graso o una sensación de «piel pegajosa», por ejemplo, tras un uso frecuente o en grandes superficies. La película protectora podría dificultar la penetración de los principios activos nutritivos.

Alternativas más respetuosas con el medio ambiente y etiquetado

Si desea prescindir de la dimeticona, puede tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • La dimeticona no está permitida en los cosméticos naturales certificados, como las cremas hidratantes con certificación ecológica. En su lugar, los fabricantes apuestan por alternativas vegetales, como aceites vegetales, ceras o almidón.

  • Además, muchas marcas de cosméticos convencionales indican ahora si sus productos contienen siliconas. Cada vez hay más líneas de productos sin siliconas que se promocionan específicamente como una opción más respetuosa con el medio ambiente.

  • Un consejo: los ingredientes que terminan en «-cone», «-conol» o «-siloxano» casi siempre indican la presencia de siliconas. Si desea evitarlas, busque específicamente estas terminaciones en el envase.

  • Cada vez más personas se muestran críticas con los ingredientes sintéticos como las dimeticonas y prefieren productos con componentes naturales y respetuosos con el medio ambiente, como los champús sin siliconas. Esta tendencia se refleja en la creciente demanda de cosméticos «clean beauty», que hacen hincapié en la naturalidad, la transparencia y la sostenibilidad.

Related Articles

Leave a Comment