El peróxido de hidrógeno permite limpiar los oídos de forma suave. Si lleva un piercing en la oreja, también puede utilizar este líquido para favorecer la cicatrización.
Limpiar los oídos: así actúa el peróxido de hidrógeno
En realidad, el oído tiene un mecanismo de autolimpieza. El oído produce cerumen y recubre con él el conducto auditivo. A continuación, este se deposita como una película grasa natural sobre la piel y la protege. La sustancia grasa evita que los cuerpos extraños y la suciedad lleguen al tímpano.
- Las partículas que quedan atrapadas y la suciedad se transportan hacia el exterior (fuera del oído) a través del cerumen. Se trata de la limpieza natural que realiza el oído por sí mismo.
- Algunas personas introducen objetos como bastoncillos de algodón en el conducto auditivo para eliminar el cerumen, que en realidad es beneficioso. En lugar de limpiar el oído, empujan el cerumen hacia atrás y obstruyen el oído.
- Si se queda atascado, compacta el oído. Aquí es donde entra en juego el peróxido de hidrógeno. Consiga una solución de peróxido de hidrógeno al 3 %.
- Introduzca la solución en el oído como se describe a continuación y esta licuará el cerumen. Tras un breve tiempo de actuación, estará tan blando que podrá salir del oído.
- Indicaciones: Sin embargo, solo debe utilizar peróxido de hidrógeno si sus oídos están sanos. Si tiene una producción excesiva de cerumen o un tapón en el oído, debe acudir al otorrinolaringólogo. Tras un examen, le limpiará el oído de forma profesional y, si es necesario, le tratará.
Instrucciones: cómo limpiar el oído con peróxido de hidrógeno
Prepare la solución de peróxido de hidrógeno al 3 % y una pipeta.
- Sumergir la pipeta en la solución y aspirar un poco de líquido.
- Inclinar la cabeza hacia la izquierda y tirar del pabellón auricular derecho hacia abajo (o viceversa, si se trata del oído izquierdo).
- Aplicar una o dos gotas en el conducto auditivo. Deje actuar las gotas durante diez minutos. Mantenga la cabeza inclinada durante ese tiempo o, mejor aún, túmbese.
- A continuación, acérquese al lavabo. Incline la cabeza hacia la derecha y deje que salga el cerumen licuado. También puede realizar un lavado de oídos.
- Repita el proceso en el otro oído si es necesario.
- Este procedimiento solo debe realizarse una vez al mes.
- Atención: no introduzca la pipeta demasiado profundamente (es decir, hasta el tope) en el conducto auditivo. De lo contrario, podría dañar el tímpano. La solución de peróxido de hidrógeno que se instila debe estar a temperatura corporal, es decir, a unos 37 grados. Una solución demasiado fría puede provocar trastornos en el órgano del equilibrio, lo que se nota en forma de dolor de oídos y mareos.
Usar peróxido de hidrógeno contra una inflamación en un piercing
Si se ha hecho un piercing en la oreja y se le ha inflamado al cabo de unos días, utilice una solución de peróxido de hidrógeno al 3 % para favorecer el proceso de cicatrización. En este caso, la solución actúa como un desinfectante suave.
- Si no está seguro, consulte primero al perforador o al dermatólogo si puede realizar el tratamiento con una solución de peróxido de hidrógeno al 3 %.
- Lávese las manos con un jabón antiséptico y, a continuación, desinféctelas.
- Sumerja un bastoncillo de algodón en la solución y limpie con él la zona dolorida del piercing en la oreja. Sumergir un nuevo bastoncillo de algodón en la solución y limpiar con él los bordes de la herida.
- A continuación, mover la joya varias veces hacia adelante y hacia atrás en el canal de la perforación.
- Por último, aplicar una pomada cicatrizante en los bordes de la herida.
- Importante: No sumerja un bastoncillo de algodón usado en el frasco con solución de peróxido de hidrógeno. Este contiene gérmenes después de su uso y debe desecharse exclusivamente en la basura.
