Los patrones oscuros son estrategias de diseño manipuladoras en Internet que incitan a los usuarios a realizar acciones no deseadas. Descubra en esta guía qué son los patrones oscuros, cómo funcionan, qué tipos existen y cómo puede protegerse de ellos.
Definición: qué son los patrones oscuros
Los patrones oscuros son un fenómeno muy extendido en la era digital, en el que los diseñadores web crean interfaces de usuario con la intención de inducir a los usuarios a realizar determinadas acciones. Estos métodos pueden ser sutiles o muy evidentes, pero siempre tienen como objetivo llevar al usuario a tomar una decisión que, en otras circunstancias, quizá no habría tomado.
- Los patrones oscuros utilizan trucos psicológicos para manipular a los usuarios, a menudo sin que estos se den cuenta.
- Estos patrones pueden aparecer en tiendas online, plataformas de redes sociales o aplicaciones móviles.
- Los objetivos habituales de los patrones oscuros son la venta de productos, la recopilación de datos o la renovación de suscripciones.
- La facilidad de uso se sacrifica a menudo para alcanzar los objetivos de la empresa, lo que puede provocar frustración en el usuario.
Así funcionan los patrones oscuros
Los patrones oscuros son elementos diseñados específicamente para manipular las interfaces de usuario de sitios web o aplicaciones con el fin de que los usuarios tomen decisiones que en realidad no les benefician, sino que benefician principalmente al proveedor. Para ello, aprovechan trucos psicológicos y debilidades humanas con el fin de obtener más datos personales, dinero o atención.
- Aprovechamiento de sesgos cognitivos: los patrones oscuros se aprovechan de los llamados «sesgos», es decir, atajos mentales que utilizamos cuando tomamos decisiones rápidas. Algunos ejemplos son la sensación de escasez («solo quedan 2 disponibles») o la influencia social («a otros les encanta este producto»).
- Diseño engañoso: los botones o menús están diseñados de tal manera que la opción deseada (la preferida por el proveedor) es especialmente llamativa y fácil de acceder, mientras que las alternativas están ocultas, son incomprensibles o difíciles de encontrar. Un ejemplo clásico es el llamativo botón «Aceptar todas las cookies», mientras que rechazar las cookies es un proceso complicado.
- Manipulación emocional: algunos patrones oscuros apuestan deliberadamente por los sentimientos de culpa o la presión social, por ejemplo, mediante los llamados textos de «confirmación vergonzosa», como «No, no quiero recibir ofertas interesantes».
- Ocultar u obstaculizar opciones: funciones como cancelar una suscripción o eliminar una cuenta se complican deliberadamente («Roach Motel»), mientras que el inicio es muy sencillo.
- Preguntas confusas y ajustes predeterminados: las formulaciones engañosas o las casillas ya marcadas hacen que los usuarios acepten accidentalmente o se suscriban a servicios no deseados.
Ejemplos de patrones oscuros
Los patrones oscuros suelen moverse en una zona gris legal, pero están parcialmente prohibidos en la UE por la Ley de Servicios Digitales (DSA), especialmente cuando afectan a la libre decisión de los usuarios.
- Banners de cookies: La opción de rechazar las cookies está oculta o es difícil de encontrar, mientras que la de aceptarlas es sencilla y destaca.
- Costes ocultos: los gastos adicionales no se muestran hasta el final del proceso de pedido, con el fin de aumentar la probabilidad de que se complete.
- Dificultad para cancelar: darse de baja de boletines informativos o cancelar suscripciones es innecesariamente complicado («Roach Motel»).
- Preguntas trampa: las preguntas ambiguas o con doble negación dan lugar a decisiones no deseadas.
- Los patrones oscuros funcionan porque se acoplan a nuestros hábitos, patrones de percepción y emociones, lo que nos lleva sutilmente a realizar acciones que en realidad no teníamos intención de realizar.
¿Cómo protegerse de los patrones oscuros?
Para protegerse de los patrones oscuros, son útiles las siguientes estrategias recomendadas por organizaciones de protección al consumidor, expertos en protección de datos y especialistas en UX:
- No haga clic precipitadamente: Tómese su tiempo para examinar detenidamente cada botón, ventana emergente y opción antes de aceptar o continuar.
- Compruebe las casillas preseleccionadas: preste atención a si hay casillas ya marcadas, especialmente en boletines informativos, servicios adicionales o configuraciones de cookies.
- Compruebe la cesta de la compra y el resumen de la reserva: antes de finalizar una compra o una reserva, compruebe cuidadosamente todos los artículos y las opciones adicionales para evitar costes ocultos o servicios no deseados.
- No tome decisiones bajo presión: no se deje presionar por la escasez artificial (por ejemplo, «solo quedan 2 habitaciones disponibles») o los temporizadores de cuenta atrás para actuar con rapidez.
- Manténgase crítico y escéptico: Cuestione las ofertas, compare precios y busque opiniones independientes antes de revelar datos personales o firmar contratos.
- Lea la letra pequeña: aunque sea tedioso, al menos eche un vistazo a los términos y condiciones y a la política de privacidad para detectar cláusulas ocultas.
- Aguche su atención: infórmese sobre los patrones oscuros típicos para poder detectarlos más rápidamente. Sitios web como Deceptive Patterns ofrecen muchos ejemplos.
- No actúe bajo estrés o cansancio: en tales situaciones, uno es especialmente vulnerable a los diseños manipuladores. Si no está seguro, es mejor posponer los procesos.
- Presente reclamaciones: si detecta diseños manipuladores, puede denunciarlos ante las asociaciones de consumidores o los organismos correspondientes.