Bostezar: por eso es contagioso

by Johannes

Bostezar es contagioso. Este interesante fenómeno ha sido confirmado por diversos estudios. Y no solo se aplica a las personas, sino también a los animales.

Bostezar es contagioso: eso dicen los estudios

Los estudios demuestran que el bostezo contagioso está estrechamente relacionado con la empatía.

  • Las investigaciones de la Universidad de Pisa revelaron que bostezamos sobre todo cuando nos sentimos emocionalmente cercanos a la persona que bosteza. Lo más frecuente es que ocurra con los miembros de la familia, seguidos de los amigos. Bostezcamos con menos frecuencia con conocidos y menos aún con desconocidos. Factores como el sexo o la nacionalidad no influyen en ello.

  • Los niños desarrollan la capacidad de bostezar contagiosamente a partir de los cuatro años aproximadamente. Esto coincide con el desarrollo de las habilidades sociales y la empatía. Las responsables de ello son las llamadas neuronas espejo del cerebro. Estas células nerviosas se activan cuando observamos a otras personas.

  • Estas neuronas también son importantes para otros comportamientos. Favorecen la comprensión de las señales sociales. Por eso tendemos a imitar no solo los bostezos, sino también las emociones.

  • La duración del bostezo está relacionada con el tamaño del cerebro. Las personas bostezan durante una media de 6,5 segundos, mientras que los ratones solo lo hacen durante 0,8 segundos. Así lo reveló el estudio «Yawn duration predicts brain weight and cortical neuron number in mammals» (La duración del bostezo predice el peso del cerebro y el número de neuronas corticales en los mamíferos), dirigido por Andrew Gallup, de la Universidad Estatal de Nueva York.

  • El estudio «Yawning as a Brain Cooling Mechanism» (El bostezo como mecanismo de enfriamiento del cerebro), también de Andrew Gallup, sugiere que el bostezo ayuda a mantener el cerebro a temperatura de funcionamiento.

  • Los bostezos contagiosos no se limitan a los seres humanos. Los chimpancés y otros primates también bostezan cuando ven a sus congéneres. Incluso los perros reaccionan a los bostezos de sus dueños. Esto demuestra el estrecho vínculo emocional que existe entre los seres humanos y sus mascotas.

Bostezos contagiosos: importancia evolutiva

Los científicos debaten diferentes hipótesis sobre la importancia evolutiva de los bostezos contagiosos.

  • Una teoría sostiene que, en la prehistoria, bostezar juntos sincronizaba los hábitos de sueño. Cuando alguien del grupo bostezaba, era una señal para los demás de que era hora de descansar. De este modo, el grupo estaba despierto y atento al mismo tiempo. Esto aumentaba la protección frente a los peligros.

  • Otra hipótesis dice que el bostezo contagioso aumenta la atención del grupo. Bostezar aumenta temporalmente la frecuencia cardíaca y proporciona más oxígeno al cerebro. Esto conduce a un aumento de la vigilancia. Cuando un miembro del grupo bostezaba, los demás podían estar más atentos, lo que era una ventaja en situaciones peligrosas.

  • Curiosamente, hay diferencias en la susceptibilidad de las personas al bostezo contagioso. Las personas con un alto nivel de empatía tienden a bostezar más. Las personas con autismo u otros trastornos que afectan a la capacidad de empatía suelen ser menos receptivas al bostezo de los demás.

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