Mount and Blade 2: Cómo fundar un reino

En Mount and Blade 2, puedes fundar un reino si cumples ciertos requisitos. El proceso es largo

Fundar un reino en Mount and Blade 2: Requisitos

«Mount and Blade 2: Bannerlord» no siempre se lo pone fácil a los principiantes. Esto se aplica a los aspirantes a reyes y reinas que quieren fundar su propio reino.

• Un reino está ligado a ciertos requisitos. Es especialmente importante que hayas alcanzado el nivel 4 de clan. Para ello, necesitas al menos 900 unidades de fama
• La fama se gana en el juego ganando batallas, destruyendo campamentos de bandidos y, por supuesto, torneos. Esto significa que tienes que prepararte bien para poder fundar un reino en primer lugar.
• También necesitarás un asentamiento o un castillo. No importa cómo hayas obtenido la tierra. Sólo necesitas tenerlo bajo tu control.
• Si no la conquistas por ti mismo, puedes ascender como vasallo y recibir la tierra como regalo. Este proceso lleva mucho más tiempo que un conflicto militar, pero a veces puede ser más fácil.
• Por último, debes nombrar un gobernador. Para ello, necesitas al menos un compañero que puedas nombrar. El PNJ seleccionado dejará de usarse en el campo de batalla.
• Atención: Si perteneces a otro reino, no puedes fundar uno tú mismo. Para hacerlo, primero debes abandonar el anterior.

Mount and Blade 2: Cómo fundar tu reino

Una vez cumplidos los requisitos para tener un reino en Mount and Blade 2: Bannerlord, sólo te queda fundarlo.

• Para ello, ponte en contacto con tu gobernador. Ahora se te dará la opción de fundar un reino en Bannerlord.
• A continuación podrás especificar qué leyes se aplican en las regiones de tu reino. Esto también se aplica a la cultura según la cual vives. Ésta puede corresponder a la de tu personaje, por ejemplo.
• Al final, sólo tienes que ponerle nombre a tu nuevo reino. Ten cuidado de no poner un artículo delante del nombre, ya que el juego lo insertará automáticamente.
• Consejo: Lo ideal es que dispongas de un gran ejército antes de proclamar tu reino. Los viejos conflictos con oponentes anteriores suelen reavivarse, lo que puede convertirse rápidamente en un problema.