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Una copa de vino antes de acostarse adelgaza: Eso sería una buena noticia para los buscadores de placer. Sin embargo, hemos investigado para ti si esta dieta bebible realmente ayuda a perder los kilos de más.
El vino antes de dormir como ayuda para adelgazar
Hay varios estudios que han analizado si beber vino realmente ayuda a adelgazar.
- La Universidad de Harvard, por ejemplo, realizó un estudio durante 13 años y siguió a 20.000 mujeres con respecto a sus hábitos de alimentación y bebida. El resultado del estudio fue que las mujeres que beben dos vasos de vino tinto al día -no más- tienen un menor riesgo de padecer sobrepeso.
- Científicos estadounidenses descubrieron qué sustancia del vino tinto es supuestamente la responsable de la línea de adelgazamiento. Es el ingrediente piceatannol, un derivado del resveratrol.
- Este piceatannol ocupa los receptores de insulina de las células grasas inmaduras. De este modo, la sustancia impide que las células grasas maduren y puedan almacenar grasa.
- Esto suena bien y tentador. A quién no le gustaría disfrutar de dos vasos de vino tinto por la noche y perder peso al mismo tiempo. Pero desafortunadamente eso no funciona.
- El estudio demostró que se reduce el riesgo de obesidad, pero no hay pérdida de peso.
Perder peso con vino – desgraciadamente una quimera
Desgraciadamente, la cantidad de piceatannol en el vino tinto es tan pequeña que dos vasos no serían suficientes para perder peso de forma visible.
- Sin embargo, una mayor cantidad de alcohol supondría, sin duda, graves riesgos para la salud a largo plazo: daños en el hígado, enfermedades cardiovasculares y cáncer son sólo algunos de ellos.
- El deseo de lograr la figura soñada con una o dos copas de vino tinto antes de acostarse probablemente seguirá siendo una quimera.
- Por cierto: el piceatannol no sólo se encuentra en el vino. El ingrediente básico de la bebida, la uva, también contiene esta sustancia tanto en la piel como en las semillas. El piceatannol también se encuentra en la fruta de la pasión y en los arándanos. Estas fuentes son sin duda más saludables a largo plazo que el consumo habitual de alcohol.
